¿Cómo trabajar la dificultad de aprendizaje en niños? | Colegio Areteia

Empecemos por el principio: ¿qué son las dificultades de aprendizaje en niños? Se entiende como dificultades del aprendizaje al conjunto de factores que, de manera transitoria o no, requieren de una adaptación educativa que permita al estudiante adecuar su rendimiento a sus posibilidades para adquirir estrategias que, en el caso de tratarse de dificultades específicas, le permitan continuar su formación con garantías de éxito. Estas pueden venir dadas por circunstancias personales, sociales, neurológicas e, incluso, genéticas, de manera que adoptar medidas tempranas se convierte en una necesidad para el correcto desempeño académico, pero también para un adecuado desarrollo personal, dado que pueden desembocar y, de hecho, son causa común, en el fracaso escolar, dificultades de relación y desórdenes en los procesos cognitivos que afectarán, necesariamente, en todo el proceso de maduración y en la edad adulta.

Los problemas escolares, el bajo rendimiento escolar, las Dificultades Específicas de Aprendizaje o el Trastorno por Déficit de Atención, al que se puede sumar la hiperactividad, son algunas de las dificultades de aprendizaje más comunes, según definen J.F. Romero y R. Lavigne en su estudio Dificultades en el aprendizaje: unificación de criterios diagnósticos. Tanto en el caso de los problemas escolares como en el bajo rendimiento podemos encontrar factores externos al alumno (sociales, del entorno, situación personal, motivación, etc.) que condicionan el aprendizaje hasta el punto de ralentizarlo o impedirlo en las condiciones esperadas y pueden superarse con la atención educativa escolar y familiar adecuada.

Cuáles son las dificultades de aprendizaje en niños más comunes

En el grupo de dificultades específicas encontramos una serie de trastornos del aprendizaje que condicionan una o más de las inteligencias del niño y desembocan, por tanto, en un desempeño inferior al esperado por edad. De esta manera, estudiantes con niveles de inteligencia similares a los de sus compañeros de aula, sin las oportunas adecuaciones metodológicas, ven reducidas las condiciones de aprendizaje, lo que se traduce en un menor rendimiento y peores resultados. En su trabajo Trastornos del aprendizaje, A. Sans et alii, de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar, del servicio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu, marcan como las principales afecciones con impacto directo en el aula la dislexia, la discalculia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el trastorno de aprendizaje no verbal. Vienen éstas condicionadas por factores neurológicos e, incluso, genéticos, por lo que van a acompañar al alumno también en la etapa adulta, de modo que el sistema educativo debe garantizar no solo las condiciones de aprendizaje, sino la adquisición de estrategias que habrá de emplear durante toda su vida.

Dislexia, una dificultad de aprendizaje en niños

De este grupo de trastornos de origen neurobiológico, una de las más comunes, la dislexia, se presenta heredada con frecuencia, lo que puede permitir un diagnóstico temprano que, con la debida adaptación, no debe ser, necesariamente, un impedimento para completar una formación que incluya los estudios superiores. En las personas disléxicas, el proceso cerebral de lectura es diferente desde un punto de vista funcional de aquellas que no lo son, de donde provienen los retrasos en adquisición del lenguaje en edades tempranas y las dificultades de comprensión lectora y expresión escrita, especialmente por cuanto se refiere a ortografía y gramática, en la adolescencia y la edad adulta. Si tenemos en cuenta que este tipo de causas pueden, además, desembocar en problemas afectivos o emocionales que pueden complicar el desarrollo integral del alumno como persona, sale a la luz la necesidad de atender específicamente este trastorno lo antes posible desde las aulas con las debidas adaptaciones metodológicas. Dado que se trata de estudiantes que, por norma general, no presentan mayores afecciones de carácter intelectual o motriz, es importante fortalecer el aprendizaje con una valoración de sus conocimientos que no se limite exclusivamente en el examen escrito.

La detección de la discalculia, por su parte, puede ser compleja dado que las dificultades matemáticas pueden proceder también de otros factores, entre los que se encuentran la propia dislexia o el déficit de atención. La discalculia afecta a la habilidad innata que el ser humano posee para manejar cantidades que, con el proceso formativo, permite alcanzar conceptos abstractos y cantidades complejas. Así, pese a que los estudiantes con esta afección tienen una capacidad intelectual global acorde a la de los niños de su edad, en etapas infantiles los conceptos de proporción y cantidad, las operaciones aritméticas en la educación primaria y una falta general de automatizaciones en los procedimientos, ya en educación secundaria, requieren de una atención específica y una adecuación metodológica que les permita acceder a estrategias con las que compensar esta dificultad de aprendizaje.

TDA, como dificultad de aprendizaje en niños

Por su parte, el trastorno por déficit de atención puede llegar a afectar al desempeño escolar de los estudiantes sin una estructuración académica adecuada que facilite rutinas y procedimientos, dada la común dificultad para procesar la información. En este sentido, la inclusión de prácticas deportivas y espacios de aprendizaje que no solo incluyan la presencia en el aula permite prevenir no solo el fracaso escolar, sino alteraciones de conducta, episodios de conflictividad u otras consecuencias motivacionales y emocionales.

Finalmente, además de los posibles casos derivados de los casos de inteligencia límite o aquellos con altas capacidades, una última tipología la constituyen los estudiantes con un trastorno del aprendizaje no verbal. Según el citado estudio de A. Sans et alii, el origen de esta alteración se encuentra en la sustancia blanca cerebral del hemisferio cerebral derecho y desemboca, principalmente, en dificultades motrices, visioespaciales y de relaciones sociales, debidas, estas últimas, especialmente a la interpretación inadecuada del lenguaje no verbal y las situaciones pragmáticas. Todo ello desemboca, por tanto, en una menor capacidad de organización del trabajo, disgrafía, problemas de adquisición de contenidos, por lo que precisan ver reforzada la información de carácter verbal y acceso a materiales y herramientas de apoyo en su trabajo escolar diario.

Estas dificultades señaladas se sitúan como uno de los principales factores constitutivos del fracaso escolar en España, cuya tasa se sitúa entre las más altas de Europa y es, por tanto, motivo de preocupación máxima en todas las instituciones por cuanto supone en la construcción del futuro tejido social.

Así trabajamos en Areteia las dificultades de aprendizaje en niños

De todo lo descrito se deduce, pues, que el término “dificultades de aprendizaje” en niños es tan amplio como casi como pueda comprender la totalidad de individuos con necesidades educativas especiales. Dado que a estas características específicas se pueden sumar otras de carácter social o emotivo y que las propias dificultades pueden haber hecho mella en la autoestima y la motivación del estudiante, el conjunto de medidas y adaptaciones metodológicas exige una atención que valore las capacidades del individuo desde sus propias fortaleza e intereses.

La propuesta educativa personalizadora del Colegio Areteia ofrece una enseñanza centrada en el individuo como eje del propio proceso de aprendizaje que comprende desde la educación infantil a la formación profesional de grado superior. De esta manera, con el fin de garantizar una enseñanza adaptada a cada uno de los estudiantes, se establecen diferentes itinerarios que favorecen un entorno ajustado a las capacidades de cada uno, siempre con el apoyo de un Gabinete Psicopedagógico que se encarga de evaluar las necesidades propias de cada alumno, así como de orientar durante todo el proceso formativo.

Así, se establecen las adaptaciones metodológicas y/o curriculares precisas para que el estudiante siempre se sienta protagonista del aprendizaje y no perciba los objetivos como una meta inalcanzable, para lo que se incide, precisamente, en el desarrollo de las fortalezas de la persona. En este sentido, el aporte de las rutinas y destrezas del pensamiento con un enfoque orientado al desarrollo de las diferentes inteligencias permite la adquisición de estrategias que buscan, desde una perspectiva holística, la formación del estudiante y, en definitiva, su preparación para la vida adulta.

La atención integral adaptada a las diferentes etapas educativas es importante en el trabajo de las dificultades específicas de aprendizaje en tanto que la plasticidad cerebral difiere entre la infancia y la adolescencia, de manera que una orientación temprana permite paliar muchas de las consecuencias más comunes, el fracaso escolar entre ellas. Asimismo, intervenir en los  adolescentes con dificultades cuyo diagnóstico es tardío puede ayudar a mejorar su propio rendimiento y la percepción de sí mismo. Por eso, en este proceso de orientación, además del gabinete psicopedagógico, cobra especial relevancia la figura del tutor, que se sitúa como punto de encuentro entre la familia y el colegio para concretar la evolución del niño y facilitar estrategias globales que permitan extender la acción educativa al hogar, ayudando, con ellas, al crecimiento personal y emocional.

Finalmente, en esta atención personalizadora propia del Colegio Areteia, el papel de las actividades comunes, deportivas, lúdicas y culturales, siempre se dirige a un disfrute del aprendizaje en el marco de una vida sana y saludable, pero también en un clima de aceptación de las particularidades de cada persona. Por ello, la educación en valores que fomenten el respeto a la diversidad desde una perspectiva integradora basada, además, en las relaciones sociales entre iguales desde la diferencia es la que permite forjar los cimientos de un futuro con garantías para nuestros jóvenes.

01 / 02 / 22