Un niño disléxico, con una buena intervención, destaca por sus fortalezas

La dislexia es un trastorno especifico del aprendizaje, de raíz neurológica y que tiene un componente hereditario. Se manifiesta inicialmente cuando el niño comienza el aprendizaje de la lecto-escritura y la ortografía, como consecuencia de sus dificultades para conseguir un correcto procesamiento en la codificación fonológica.

Los expertos en dislexia, como condición común que dificulta leer, creen que entre el 5% y el 10% de la población la padecen. Otros dicen que el 17% de las personas muestran señales de problemas con la lectura. Eso puede afectar la comprensión de lo que leen. Sin embargo, no tienen problemas para entender el texto cuando otras personas se los leen. Los alumnos disléxicos presentan un lenguaje desordenado a nivel oral y escrito. Muchos de ellos también presentan dificultades con la atención, con la memoria a corto plazo y la memoria del trabajo, como, por ejemplo, les cuesta recordar los nombres de los conceptos. Sin embargo, una de las fortalezas por las que suelen destacar es por su rapidez de pensamiento, son capaces de visualizar las cosas con mucha rapidez.

Un alumno disléxico suele ser desorganizado y les cuesta establecer un orden, lo mismo les ocurre con la gestión del tiempo. Todo esto provoca que sean especialmente vulnerables porque se frustran con facilidad, y eso conduce a que tengan una baja autoestima. Por el contrario, estos niños suelen ser más empáticos, porque tienen especial sensibilidad para ser conscientes de su entorno. Esta habilidad se encuentra entre las llamadas soft skills tan valoradas para cualquier trabajo. La empatía nos da facultad para responder a los demás de una manera comprensiva y asertiva. Esto fortalece las relaciones interpersonales; y las vuelve más genuinas, equilibradas y productivas. También destacan sobremanera porque son niños altamente intuitivos y perspicaces.

Su ritmo lento en la actividad escrita les genera rechazo y cansancio ante estas actividades, provocando que su velocidad de procesamiento disminuya. Al otro lado de la balanza, un niño con dislexia piensa y percibe multidimensionalmente, usando todos sus sentidos.

La dislexia no se cura, pero existen enfoques de enseñanza y estrategias que pueden ayudar a mejorar todas sus habilidades. Por eso en el colegio Areteia contamos con metodologías de enseñanza que se adecuan a las necesidades de aprendizaje de los alumnos con dislexia. Con esfuerzo, comprensión y metodologías adaptadas sacaremos lo mejor de ellos. Preferimos destacar las fortalezas de un niño disléxico. Por ejemplo, poseen una gran imaginación, lo que suele conducir a que sean más creativos. ¡Fomentémoslo! Un alumno disléxico es mucho más curioso que la media del resto de sus compañeros, y la curiosidad es el motor del aprendizaje.

En Areteia llevamos más de 40 años desarrollando un proyecto educativo basado en la educación personalizada. Consideramos que no todos los niños aprendan de la misma manera, ni al mismo ritmo, ni con el mismo estilo de aprendizaje, y el estilo de un alumno con dislexia también es diferente.

Para nuestro colegio, y el buen desarrollo de un alumno disléxico, es fundamental la detención temprana de estas dificultades para favorecer el progreso escolar. El apoyo de los padres también es un pilar para su evolución óptima. Una escuela que comprenda sus dificultades y con metodologías adaptadas, junto a unos padres en marcha y con cautela y la intervención adecuada favorecen el impulso del niño disléxico.

Probablemente, si estás leyendo estas líneas, seas un padre o una madre de un niño con algún indicio o diagnóstico de dislexia. Para ti, podemos explicarte que nuestros programas de intervención o de apoyo atienden las necesidades individuales de cada alumno, y están diseñados e impartidos por profesionales psicopedagógico y se desarrollan en horarios escolar y grupos pequeños.

 

Un estilo de aprendizaje adaptado para el alumno disléxico

Gracias al equipo multidisciplinar y especializado de profesores, tutores, psicólogos y psicopedagogos, con una formación y sensibilidad precisa para captar las diferencias individuales y para entender a los alumnos que presentan esta dificultad de aprendizaje les ayudamos a que aprendan y progresen para convertirlos en personas capaces de desarrollar la mejor evolución que su potencial les permita.

El profesor de tu hijo disléxico, en el colegio Areteia, le entiende, sabe que, siendo inteligente, los resultados que obtiene no siempre corresponde a su capacidad; sabe que otras formas de aprender y de evaluar además de la vía escrita. El profesor en Areteia es consciente que el esfuerzo y la voluntad, de su alumno con esta dificultad de aprendizaje no se solucionan, y en ocasiones se puede sentir impotente y se desanima. La escucha activa en estos casos, el acompañamiento diario en pequeños gestos como ayudarles a anotar las tareas en cada una de las clases que asista, son fundamentales para el apoyo y superación de este alumno.

A estos alumnos se les enseña a aprender estrategias que le permitan solventar sus olvidos y su desorganización. El profesor es paciente con estas dificultades lo que no significa que sea menos exigente.

Nuestro proyecto educativo, como centro especializado en la Atención a la Diversidad, asegura una buena evolución personal, escolar y profesional. Todo ello se consigue gracias a la interacción con el alumno, una metodología educativa ajustada, unos grupos de alumnos flexibles, unos correctos y adecuados procedimientos de trabajo y con un sistema de evaluación sabedor de las dificultades y las fortalezas del niño disléxico.

04 / 06 / 21