El mundo de la educación se va adaptando cada vez más a las necesidades educativas de la sociedad. Por suerte, desde hace unas décadas estamos asistiendo al auge de la educación ‘personalizada’ o ‘individualizada’ que parte del punto de que cada estudiante tiene unos ritmos de aprendizaje diferentes, por lo que el contenido habrá que adaptarlo de manera personal a cada uno de ellos.

Esos ritmos de aprendizaje vienen dados por las necesidades educativas de cada estudiante, que suelen ser individuales de cada uno. Necesidades que hace unos años apenas se detectaban o que en pocos colegios se atendían pero que, por suerte, en la actualidad están a la orden del día y los centros educativos las tienen más en cuenta que nunca. Concretamente, en nuestro colegio Areteia llevamos más de 40 atendiendo las necesidades de nuestros alumnos.

Necesidades educativas que pueden venir dadas por diversos factores, como los trastornos del aprendizaje, definidos estos por la Fundación Adana como «una dificultad inesperada, específica y persistente para la adquisición de un aprendizaje pese a una instrucción convencional, nivel de inteligencia y oportunidades socioculturales adecuadas».

En el Colegio Areteia atendemos a estudiantes con diferentes trastornos del aprendizaje, pero hoy nos queremos central en el Trastorno por Déficit de Atención con y sin hiperactividad. Más conocido como TDA (sin hiperactividad) o TDAH (con hiperactividad).

¿Qué es el TDAH y cómo se identifica?

«Las siglas TDAH responden a un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos». Esta es la definición que dan de TDAH desde la asociación TDAH y Tú, que lucha día tras día por la inclusión de estas personas en la sociedad.

Es un trastorno que afecta a, más un menos, un 5,29% de los niños en edad escolar a nivel global y que, solo en España, sufre un 6,8% de la población. Facilitamos este último dato porque es importante resaltar que, aunque el trastorno comienza en la etapa infantil, acompañará a la persona durante toda su vida, por lo que tendrá que aprender estrategias que le faciliten su óptimo desarrollo y la adaptación a los distintos ámbitos de la vida.

En algún momento, todos los niños experimentarán alguna dificultad para prestar atención en clase, escuchar o esperar a poder hacer algo. Por eso, porque sus síntomas pueden ser fácilmente confundidos con los típicos del desarrollo de los peques, hay que esperar mínimo hasta los seis años de edad para hacer el diagnóstico. Justo coincidiendo con el inicio de la Educación Primaria de los niños.

En cuanto a los síntomas, son tantos y pueden ser confundidos con tantas cosas que es difícil hacer una lista. La Asociación Americana de Pediatría recurre al testimonio de algunos padres con hijos con TDAH para establecer algunos signos de alarma:

• Parece que sueña despierto y nunca responde cuando se le habla
• Lo pierde todo.
• No recuerdan lo que aprenden porque pierde las instrucciones y las explicaciones en la escuela

De acuerdo a Rafa Guerrero, psicólogo experto en TDAH, ante cualquier síntoma de alerta lo mejor es acudir a un profesional que haga un diagnóstico y descubra qué le pasa exactamente al niño.

Así trabajamos con los alumnos TDAH en el colegio Areteia

El Colegio Areteia es un centro especializado en atención a la diversidad en el que trabajamos por una exitosa integración escolar de todos los alumnos con dificultades en el aprendizaje. Tal y como explica la jefe de Estudios Cecilia de Juana, «la importancia radica en crear un espacio de confort emocional en el que se sientan únicos, escuchados y, cuando observen que su diferencia se tiene en cuenta y los profesores propician alternativas para conseguir su progreso». El principio que sustenta la educación a la diversidad es la diferencia como un valor enriquecedor y eso lo tenemos muy presente en el Colegio Areteia.

En concreto, trabajamos con los estudiantes con TDAH ayudándolos a adaptarse al mundo y buscar esas estrategias para integrarse. Lo hacemos de la siguiente manera:

• Educación personalizada: como decíamos al principio, cada estudiante tiene su propio ritmo y forma de aprender. Por eso, intentamos que todos los alumnos aprendan y progresen a su manera, pero al mismo nivel.
• Equipo especializado: contamos con profesores, tutores, psicólogos y psicopedagogos con formación y sensibilidad para captar las diferencias de cada estudiante y atender sus necesidades personales.
• Plan de atención a la diversidad: contamos con un plan específico para estudiantes con TDAH en el que se tiene en cuenta la metodología adaptada a su estilo cognitivo y sus condicionantes; además, lleva integrado un sistema diferente de evaluación, una normativa de convivencia para canalizar sus emociones y un seguimiento psicológico, entre otros.
• Ayuda especializada del profesor: nuestros profesores cuentan con formación específica en trastornos del aprendizaje, por lo que saben cómo ayudar a aprender y evaluar a cada alumno.
• Adaptación curricular: aunque los alumnos con TDAH pueden aprender lo mismo a nivel contenidos, sí requieren una adaptación del ambiente para estudiar y un estricto control de pautas de organización para llegar a los objetivos.